Apenas tres meses después de su separación de Ben Affleck, Jennifer Lopez ha sido vista con una nueva y sorprendente adición a su séquito: un guardaespaldas rubio de aspecto escandinavo cuya presencia ha hecho vibrar a Internet. Mientras que algunos fans especulan sobre un posible romance, otros han adoptado una postura más escéptica, señalando la famosa y dinámica vida amorosa de J.Lo.
De la ruptura a los nuevos movimientos audaces
En agosto de 2024, Lopez y Affleck anunciaron su separación, marcando el final de su segundo intento de relación. Desde entonces, ambas estrellas se han embarcado en transformaciones posteriores a la ruptura. Lopez se sometió a una cirugía ocular LASIK, declarando su entusiasmo por “volar por su cuenta”, mientras que Affleck ha estado experimentando con tratamientos de restauración del cabello.
Pero es la última aparición pública de López la que tiene a la gente hablando. Durante una visita a Londres la semana pasada, la estrella de 55 años fue fotografiada tomada de la mano con su nuevo guardaespaldas mientras salía de un elegante SUV negro. Vestida con un elegante atuendo negro y modestos tacones de gatito, López irradiaba confianza, pero fue su protector alto y rubio quien se robó el protagonismo.
Las especulaciones se arremolinan en torno al guardaespaldas
Los rumores que rodean al guardaespaldas cobraron fuerza después de múltiples avistamientos en Nueva York y Londres. Conocido por sus trajes elegantes y un distintivo prendedor de solapa plateado marcado como “PG”, el profesional de la seguridad ha sido comparado con el actor sueco Alexander Skarsgård, alimentando aún más la intriga. Según una fuente citada por el Daily Mail, el hombre es una nueva adición al meticuloso equipo de seguridad de López, que durante mucho tiempo ha incluido a profesionales de élite, a menudo con antecedentes militares israelíes.
El compromiso de López con su seguridad es bien conocido. Durante más de 25 años, ha mantenido un equipo de guardaespaldas de primer nivel, a veces desembolsando más de $ 1,500 por hora por sus servicios. Ya sea yendo al gimnasio o asistiendo a eventos de alto perfil, el equipo de seguridad de J.Lo es una presencia constante.
Una historia de titulares: López y sus guardaespaldas
Esta no es la primera vez que los guardaespaldas de López llaman la atención. A principios de la década de 2000, las controversias se arremolinaron en torno a su equipo de seguridad, incluidos incidentes de presuntos robos e intentos de contrabando de drogas. A pesar de estos contratiempos, los guardias de Lopez siguen siendo un elemento básico de sus apariciones públicas, a menudo llamando tanto la atención como la propia estrella.
Un momento memorable ocurrió en 1999 cuando López visitó el Museo de Arte de Cincinnati con su caniche adornado con diamantes. Mientras el personal del museo se maravillaba con su séquito, fue su guardaespaldas quien se convirtió en el foco inesperado, atrayendo a una multitud de admiradores en el exterior.
Fans divididos: ¿romance o relación profesional?
La imagen de López tomada de la mano con su nuevo guardaespaldas ha dividido a los fanáticos. Mientras que algunos especulan que el romance puede estar gestándose, otros se muestran escépticos e instan a la cantante a concentrarse en sus hijos y en ella misma. Un comentario popular que circula en línea dice: “Ella no puede vivir sin un hombre. Tiene que dar prioridad a sus hijos, la familia siempre es lo primero”.
La vida amorosa de López ha sido durante mucho tiempo un tema de fascinación pública. Desde su romance relámpago con Ben Affleck hasta su compromiso de alto perfil con Alex Rodríguez, su línea de tiempo de relaciones se lee como una comedia romántica repleta de estrellas. Entre los amigos del pasado se encuentran el rapero Diddy, el cantante Marc Anthony (con quien comparte a los gemelos Max y Emme) y el bailarín Casper Smart.
Para los fanáticos que han seguido su viaje, la aparición de un nuevo hombre, romántico o no, ha provocado especulaciones juguetonas. Un comentario irónico que circula: “Será mejor que preparen los sombreros, señoras, ¡creo que pronto llegará una invitación de boda!”
Una estrella que avanza